miércoles, 31 de diciembre de 2008

¡Feliz 2009!

  • ¡Feliz año nuevo! Español
  • ¡Šťastný nový rok! Checo
  • ¡Próspero aninovo! Gallego
  • ¡Happy New Year! Inglés
  • ¡Xin Nian Kuai Le! Chino
  • Glückliches Neues Jahr Alemán

Estos son los idiomas (sin ningún ordén) que por el momento hablo o chapurreo.

Y para el año...

¡Kurisumasu Omedeto! ¡A por el japonés! Será el propósito del año que viene. Espero que no le pase lo que a todos los propósitos... el tiempo lo dirá.

Y lo importante del post:

Desearos a todos... ¡un muy FELIZ 2009!

domingo, 28 de diciembre de 2008

Despedida de China

Pasado mañana será mi último día por estas tierras.

Ha sido un año interesante. Ha habido momentos complicados, en los que mandar todo a la mierda parecía la mejor solución. Finalmente, haciendo ahora revisión, he salido victorioso. He visitado multitud de lugares en Asia, aprendido mucho de un difícil idioma como es el chino, visto una cultura muy distinta, ganado una experiencia laboral que aparenta valiosa, y disfrutado con las nuevas amistades que he hecho en el camino.

Siendo crítico, también han fallado muchas cosas. Para las oportunidades dadas, no he sacado todo el partido para aprender chino al máximo. En lo económico, he dilapidado una fortuna, a veces en cosas y personas que lo merecían, y en muchas ocasiones en autenticas tonterías. En lo cultural, no he estado inmerso a fondo, y simplemente he palpado lo que esta cultura desde la perspectiva de un guiri haciendo vida de yupi expatriado. En lo personal, ha supuesto estar mucho tiempo alejado de la gente que quiero. Y en lo laboral, ha habido quién ha intentado boicotearme y torpedearme intentando hacer que mi año fuese insufrible,

Pero nuevamente, haciendo cómputo global, ha sido una experiencia que ha merecido la pena.

Espero que el año que viene en Japón supere a este, y después, sentirme ya una persona completa para retornar a Ferrol y echar unas largas raíces en tierra.

De despedida, una canción que siempre me recordará a esos tres primeros meses en la academia de chino:



Y su pinyin con su traducción automática la podéis encontrar aquí.

Finalmente, desear a todos un FELIZ 2009. Yo lo disfrutaré en Ferrol en compañía de mis amigos, así que a partir de ese día podéis darme un telefonazo para que os cuente un breve resumen de mis venturas y desventuras por esta tierra y una explicación más contundente de lo que haré en el futuro en Japón.

martes, 23 de diciembre de 2008

Video cervecero gracioso

Tengo un post a medias contando novedades... pero mientras os dejo un video de promoción de la cerveza y su compartición entre amigos...


sábado, 15 de noviembre de 2008

El pasado reciente, y lo que nos traerá el futuro

Cuando parecía que retornaba la ruta posteadora... otro mes y medio de ausencia. ¿En dónde me he estado perdiendo?
  • Viaje a Corea. Me lo he pasado francamente bien en ese país, visitando Seul y Busan. Simplificando al máximo (y espero no ofender con ello a ningún coreano), se podría decir que es una mezcla de China y Japón. Pero por supuesto con muchísimos más matices. En lo personal grandes becarios por esas tierras. Todos ellos infectados con la fiebre amarilla (cuando juntas tanto hombre soltero en un país con mujeres tan bellas... es normal)
  • En una despedida de soltero de un gran pinchi mexicano, y posterior boda con una adorable rubia maña. Y por supuesto en la posterior boda. ¡Que grande fue!
  • Un foro de inversiones en Tianjin. Pocos becarios se tragan a lo largo de su beca dos. Y a mi ya no se si me quedarían fuerzas para un tercero. El año pasado vinieron los S.A.R. Felipe y S.A.R. Letizia, este año contamos con el Ministro de Industria, Comercio y Turismo Don Miguel Sebastián. Segunda vez que coincido con él, aunque esta vez no tuvimos la oportunidad de dialogar. Andaba por los alrededores nuestro presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, pero se quedo en Pekín.
  • Visitas. Como no. Esta año lo recordare por ello. Estuvieron por aquí Pura, exbecaria de informática de Filipinas, Evi, griega inigualable excompañera universitaria y de residencia en mi año Erasmus en Austria, Alberto, exbecario informático de la OFCOMES de Ho ChiMinh , y en dos grupos diferentes, los 4 becarios de Seul me devolvieron la visita
  • Un cambio de centralita telefónica en la oficina. Mucho mas sencillo en el aspecto técnico de lo que imagine, y mucho más complicado en el aspecto psicológico (nunca se han de subestimar las relaciones humanas en la ejecución de un proyecto)
Sumando todos estos factores, días de estar sólo tranquilo en casa, se pueden contar con los dedos de una mano. A todo eso, hay que añadir la plantificación que estaba realizando de cara a mi retirada de estas tierras, y mi marcha a España.

Pero cuando ya parecía que mi destino era regresar, acabar la Ingeniería Superior por la UNED, y echar raices en Ferrol o alrededores... todo ha vuelto a cambiar.

Al final trabajaré el año que viene en el Instituo Cervantes de Tokio.

Así que el 30 regresaré a España, estaré hasta mediados o finales de Enero... ¡y después vuelta a tierras orientales!

Bueno... me habré dejado muchas cosas en el tintero, pero al menos ha sido un buen intento de actualizaros con lo que acontece en mi vida.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Mas viajes: Corea (la del Sur)

Los planes son muy dinamicos. Tenia pensado ir a Inner Mongolia y al festival de la cerveza de Qingdao. Al final no ire a ninguno de los dos sitios, e ire a Corea del Sur. Sobre lo que voy a ver alli... ni idea, porque tampoco he tenido tiempo de hablar con el gran Manolo (becario de informatica de Seul) para ver cual es el plan.

Con lo cual el festival de la cerveza me lo perdere ya con tada seguridad, y lo de la Mongolia china peligra, porque cuando vaya va a hacer un frio de congelarse la sangre.

Bueno, cuando vuelva de Corea ya os contare como ha sido la experiencia, pero sobre todo seguro que van a ser unas risas y juerga nocturna con Manolo

PD. Sin acentos y enes... lo corregire mas tarde.

martes, 23 de septiembre de 2008

Japón: Resumen

Todos estos post se resumen en una cosa: Un viaje fantástico.

Quede realmente enamorado de Japón, y gocé relajándome y viendo monumentos. Pero una gran parte del viaje era volver a ver viejas amistades, en este caso a Sarah.

En cuanto a Tokyo, creo que he visto mucho, pero que podría estar otro mes más viendo cosas entre las que me acuerdo ahora de:
  • El jardínnacional de Shinjuku
  • El santuario de Meiji Jingu
  • El jardín de Yebisu
  • El templo de Sengakuji
  • Torre de Tokyo (aunque la ví desde el barco y rascacielos)
  • Palacion Imperial (aunque paseé por sus jardines)
  • Edificio Sony
  • Museo de arte occidental
  • Museo de tokyo
  • Lonja de Tsujuki (porque realmente no ví nada)
  • El museo de Edo-Tokyo
  • Ver un combate de sumo
  • El Disneyland de Tokyo
  • El jardín de Hama Rikyu
Y seguramente muchas otras cosas más. Creo que realmente es una ciudad para estar un año. Y Sarah dijo una cosa que me pareció acertada. Es una ciudad a donde mandar a tus hijos de estudiantes de intercambio, porque aprenderán una cultura distinta, educación y respeto, en un país seguro, y dónde se lo pasarán bien.

Por lo demás, ahora os dejo las pocas fotos que tengo de este viaje (porque hace ya que no añado una foto).










Japón: Dia 7

Llegamos a Roppongi, y ya por la calle se veía un montón de pubs y gente en la puerta incitándote a entrar. Despues de otear un par de ellos, fuimos a un bar tranquilo a tomar una copa y charlar. Ya con la copa en el cuerpo, fuimos a darle un poco más de caña al esqueleto y entramos en un lugar llamado gas panic. Petado de gente hasta atrás, pero buena música. Y mucho perreo.

Los camarores se acercan a tí cada vez que te acabas la copa, y has de pedir una nueva o te echan. Así que es mejor dosificar el ritmo.

Con ese frenesí, sólo puede decir que Sarah fue capturada y retenida por un soldado de los Estados Unidos de América. No puedo dar más detalles :P

Así que quedé yo sólo al más puro estilo Rambo combatiendo contra esa perversión. Después de un rato, fui al local que había escaleras abajo, y eso ya parecía sodoma y gomorra. Decidí darme a la fuga para casa a las 4 y pico de la mañana, cuando me encontré a Sarah, que se estaba a punto de liberarse de su secuestrador :P

Total, que decidimos quedar en un restaurante al lado del metro. Allí las prostitutas que se encontraban allí intentaron alunizarme, sin éxito. Eso sí, ante mi buen nivel de chino, decidieron agasajarme con un masaje de hombros hasta que llegase un buen cliente... Las cosas que le pueden pasar a uno en Asia.

Ya finalmente apareció Sarah, y decidimos ir a ver el pescado en la lonja de Tsukiji. Por el camino paramos a desayunar en un Fridays. Llegamos a donde se suponía que estaba el mercado, pero o bien no estabamos donde creíamos estar, o las 6 y pico de la mañana ya es demasido tarde y está todo el pescado vendido, o y a no es posible acceder los guiris a ver el espectáculo, o finalmente, tal vez los domingos cierre. Por una u otra razón no vimos nada. Total, que volvímos a casa a dormirla.

Ya nos levantamos a eso de las 12, fuimos a comer a Ikebukuro, una comida abundante, sin nada que destacar. Y ya despedida final en la estación de Nippori.

Hasta que nos veamos, ya sea en Kansas, República Checa, Pekín, Japón, Ferrol, o algún otro sítio más en nuestras ajetredas vidas. En cualquier caso, gracias por todo.

Japón: Día 6

Nos levantamos más bien tarde, a las 11. El día anterior habíamos hecho planes de lluvia, pero al final hizo buen día, lo cual nos cogió un poco desprevenidos.

Decidimos finalmente ir a ver el palacio imperial en la parada de metro Tokyo. Realmente acabamos paseando entre los jardines, pero sin llegar a ver el palacio. Pero bueno, según Sarah, tampoco me perdí tanto, porque no dejan acceder a su interior. Después fuimos a una calle (Omotesando-dori) que imita los campos elíseos, dónde al final se encuentra un puente dónde en teoría se encuentran toda esta gente rara disfrazada (la parada de metro y zona se llama (Harajuku). Una vez más tuvimos mala suerte, porque solo vimos dos por el camino, y poca gente pirada en el puente. Pero bueno... me lo puedo imaginar.

Seguimos andando por allí hasta que llegamos a un nuevo templo en un parque (el parque de Yoyogi). Retornamos por la calle de los campos elíseos, y cenamos en un café, un menú bastante occidentalizado, pero pese a todo distinto y original. Ya cogimos el metro hasta shiodome, y desde allí el monorail de la línea Yurikamome para ir a disfrutar de unas aguas termales o spa, el Oedo Onsen Monogatari. Está a un paso de la estación de metro Telecom Center.

Fue una autentita gozada. Te visten con un kimono, y andas descalzo por una zona de restaurantes. Ya allí, separan por sexo, y en unas taquillas te desnudas, para ir a las distintas minipiscinas. Las hay en de interior y exterior, así como una sauna. Todo con un nivel de lujo, y cuidando bien los detalles, que impresiona. Después de unas 3 horas relajándonos, nos dirigimos a Roppongi a quemar la ciudad como despedida.

Japón: Día 4 y Día 5

¿Desistir a escalar el monte Fuji? ¡Nunca! ¡Sabíais que lo del post anterior no podía ser así! Casi las palabras de Sarah diciéndome que no lo hiciese eran una incitación en mi mente. Así que gracias a su colaboración para organizarme el viaje con distintos intercambios de tren, allí llegue, a la quinta estación, a 2300 metros de altura.

Con poca preparación física, ninguna alimenticia más que un kitkat y unos pistachos, dos litros de agua, y en medio de un día de perros con lluvia y niebla, armándome de valor, me dirigí a la gloria (nada más ni nada menos que 3776 metros) a eso de las 2 de la tarde.

El principio fue duro. No se veía un burro a 4 pasos. Pero una vez pasada la 7ª estación, encontré un punto de belleza. Abajo había nubes, y encima más nubes, pero en el medio hacía un día despejado. Seguí escalando, hasta que llegada a la octava estación vi que me estaba ya a un paso de esa gran nube superior, y que eso no tenía nada de buena pinta. Por el camino, ni un sitio donde comer, comprar líquidos o guarecerse. Bueno, miento, en un sitio pude comprar unos M&Ms y un aquarius. Pero que vamos, ese sitio estuvo abierto, como mañana puede no estarlo.

Total, que ya llegando a ese punto, y siendo las 6 de la tarde, pude disfrutar de un aceptable atardecer, y tener la fortuna de llegar justo a tiempo de dormir en uno de los dos únicos albergues que encontré en el camino. Allí disfruté de un plato de comida junto a una pareja de japoneses, con los que intercambiamos amigables conversaciones por gestos, y un inglés muy básico. Dormí hasta las 2 de la mañana, cuando me levanté dispuesto a alcanzar la cumbre para el amanecer.

Fue un pequeño error de cálculo, pues a las 4 ya había llegado a la cima, y arriba llovía y hacía mucho frío. Con lo cual en 15 minutos decidí retornar para abajo y no esperar hasta el amanecer a las 5, una por el frío que hacía, y otra porque con esas condiciones meteorológicas no creí que fuese de gran belleza. Creo que acerté, porque más o menos pude disfrutarlo igual haciendo el descenso.

Ese paseo de retorno es por otro camino que es un poco más llevadero. Me emocioné y empecé a acelerar, con lo cual a las 9 de la mañana ya había descendido completamente hasta la 5ª estación.

El bus no salía hasta las 11:00, y se retrasó una media hora en llegar, lo cual hizo que fuese un poco desagradable estar esperando con la ropa toda sudada y destemplandome un poco. Una vez cogido el bus que lleva a la estación, comí en un hindú. Fue un menú interesante. De primero, lo que en teoría era un curry, pero para mi eran unos callos de toda la vida. Muy bueno. Y de segundo, una bolla como la que solía hacer mi tía Gena. Una pena que le habían echado mantequilla desvirtuando su sabor.

Y ya retorno a casa. Llegué y me puse a dormir. Hasta que llego Sarah. Como hacía un día de perros, decidimos cenar unas pizzas tranquilamente en casa. Pedimos al Pizza Hut, y las disfrutamos en buena compañía.

Japón: Día 3

Al día siguiente fuí a Kamakura, una de las antiguas capitales de Tokyo. Realmente interesante esa escapada de un día. Yo lo que hice (y por tanto recomiendo), es bajarme una parada antes de la del centro de la ciudad. Desde allí, seguí una de las rutas indicadas por la lonely planet, por un camino de trekking, que va bordeando bastantes templos. En total creo que paré en unos 4 o 5 por el camino. Hasta llegar al gran Buda de Kamakura(大仏 daibutsu). Sí, era bonito, pero creo que este año ya llevó tanta saturación de Budas y templos que no me impactó demasiado.

El último templo que ví fue el de Hase-Dera, que contaba con unas cuevas pequeñas pero interesantes, y una bonita vista al mar desde un mirador.

Ya cansado de tantos templos y paseo, fuí a la playa. Me gustó ver de nuevo el mar, pero he de reconocer que la arena era poco agraciada para tumbarse y disfrutar. Así que poco paré allí, y cogí el camino central del pueblo que lleva a la estación. Dí unas vueltas por la zona de la estación de tren, dónde nuevamente había unas calles de compras bonitas (y bien sabe Dios que a mí las compras me dan bastante igual), para finalmente merendar en el restaurante que se encuentra debajo del McDonalds en la estación de tren. La camarera que me atendió, tuvo el gran detalle la buena señora de explicarme cómo se comía lo que había pedido. Estoy seguro de que se rió un buen rato a mi costa ;)

Y a la vuelta, quedé con Sarah para recenar en un restaurante de estos que los platos de sushi van girando en una cadena y te sirves lo que quieras. Muy rico, y muy barato, justo al lado del metro de Ikebukuro.

Ya después fuimos a tomarnos unos mojitos y cervezas a un bar al lado. Y ya cuando Sarah me pregunta el plan siguiente, le preguntó: "Y el monte Fuji ese... ¿se puede escalar?"

Después de darme al menos 5 motivos por los que no hacer la escalada desistí

Japón: Día 2

Ya que el día anterior no pude ver los museos por la hora, decidí volver a Ueno. Con tan mala fortuna que los museos que quería ver, en especial el de Tokyo, estaba cerrado. Así que fuí al de naturaleza y ciencia. La cosa empezó muy bien, con una visita en la planta baja al THEATER 360, una especie de planetario o simulador de realidad. Cambia mes a mes el tema, y a mí me tocó los dinosaurios. Una pena que todas las explicaciones estuviesen en japo. Pero aún así mereció la pena.

Sobre el resto del museo, una parte muy positiva, y otra negativa. La buena, que se notaba que era un museo de calidad, interesante, muy distinto de algunos museos chinos que dejan mucho que desear. También contaba con una parte interactiva, similar a la casa del hombre de Coruña, muy entretenida.

La parte negativa, es que en la entrada todo en inglés, y una vez que pasabamos al museo... ¡prácticamente todo en japo! Creo que hoy en día cualquier museo que se precie ha de tener las cosas en inglés. Visto eso, me entraron ganas de ir a recepción y decir lo mismo que Margaret Tatcher:"I want my money back"

Una vez bien visto el museo, y saltandome la exposición temporal que había sobre el oro (era de pago, y recuerdo haber visto una similar en Lugo), cogí el metro y fuí a Asakusa. Nada más salir desde un puente ves desde un puente la fábrica o museo de cerveza asahi. Avanzando en dirección contraria hay hay una zona comercial, como unas galerias cubiertas con mercado debajo, que me pareció muy bonito. Caracoleando entre ellas se encuentra también el santuario de Asakusajinja. Retorné al punto inicial del puente, y desde allí cogí un barco que me llevó hasta el muelle de Hinode. En el camino cruzas muchos puentes, y puedes ver una réplica, creo que incluso más alta, de la torre Eiffel.

En el muelle tras dubitar un tanto, porque Sarah me dió unas indicaciones un tanto confusas de como coger el monorail, lo cogí hasta Simbashi. Allí me bajé, y subí a tomarme un cocktail en un rascacielos. Eso de que Tokyo es caro... es parcialmente un mito. Un copazo allí arriba, me costó menos de 4 euros, con unas vistas preciosas a toda la ciudad desde un sofá comodísimo.

Después de una hora de relax contemplativa, quedé con Sarah, y fuimos a cenar a Shibuya. Este es el famoso cruce de cinco calles que se puede ver en Lost in Translation, y creo que en Blade Runner. Realmente impresionante. Fuimos a cenar a un sitio interesante, donde tenias como una plancha en frente de tí, te tiran la comida allí, y cuando está lista, pues te vas sirviendo. Despues echamos unas partidas al street fighter y algún otro videojuego, y de vuelta a casa.

Japón: Día 1

Cómo digo, después de esa cena, fuimos a casa, yo aún con la maleta a cuestas. La casa de Sarah es terriblemente pequeña, pero muy acogedora. Una mini cocina que hace grande a la nuestra de Praga, un baño justito, y una habitación, con una cama subiendo unas escaleras, y en la parte de abajo una mesa, el sofá donde dormí, y una tabla que recorre la habitación donde apoyar cosas. Eso es básicamente todo. Pero la habitación está bien iluminada, y deja una sensación agradable.

En cuanto a la localización, se encuentra a unos 15 minutos de la parada de metro Ikebukuro, siguiendo la linea tobu tojo hasta Asaka. Desde allí otros 10 minutillos a pié hasta su casa. No es centro de la ciudad, de hecho ni pertenece a Tokyo, pero está bien comunicado. Pero ahí entra en juego el mayor problema que encontré. Las líneas de tren y metro cierran poco después de las 12 de la noche, y no reabren hasta las 5 de la mañana. Así que sí uno quiere salir de fiesta, ¡ha de hacerlo toda la noche! No es posible coger taxis, porque el precio es prohibitivo, y de quedarse tirado en la ciudad y cansado, sale más económico dormir en un hotel cápsula.

Retomando el tema, dormí... y al día siguiente me levante tarde, a eso de las 11. Siguiendo las recomendaciones de Sarah, me bajé en la parada de metro de Ueno. Allí había unas cuantas calles de tiendas interesantes, y finalmente dí con el parque. Lé dí un buen paseo, dándole la vuelta a un lago con gente paseando en barcas, y viendo varios templos. Comí un bocadillo de salmón que había preparado con las cosas que compré en el supermercado, y cuando me dí cuenta ya erán las cinco de la tarde, con lo que no pude ver ninguno de los muchos museos que había en la zona, entre ellos el museo nacional de Tokyo, el museo de arte occidental, y el museo nacional de naturaleza y ciencia.

Dado que la parte cultural estaba acabada por la hora, fuí hasta Akihabara, conocida cómo la ciudad eléctrica de Akihabara, dónde es posible comprar cualquier gadget tecnológico. Disfruté observando las tiendas, y jugando unas partidas en las maquinas recreativas. También quedé anonadado de la cantidad de manga, hentai, y demás historias, ya fuese en comics, magacines, cintas de audio, vídeo o dvd. Y ya en la planta alta de esos edificios... pues una buena ración de porno japonés, para los amantes del pixelado (no entiendo que siendo una sociedad tan liberal como son, no sean capaces de romper con ese tabú. Porque tanto exibir porno para despues tenerlo codificado, no deja de ser sorprendente).

Agotado después de tanta caminata, quedé con los compañeros de Sarah de la noche anterior, y fuí amablemente invitado a su casa a tomar unas cervezas. Tuvé que incordiarlos para que se acercasen al emtro a recogerme, pero no tuvieron inconveniente. Les quedó muy agradecidos, porque pese a sólo conocerme de un día, ¡tuvieron a bien hasta invitarme a cenar!

Y ya vuelta a casa a dormir.

Japón: Día 0

Esta vez sí que cogí el vuelo sin problemas (más allá de que me hicieron un interrogatorio alucinante para dejarme embarcar...).

Llegué a Tokyo según la hora prevista, y todo marchó estupendamente. Cajero Citibank facilmente localizable. Hice una parara en los baños... impresionante. Cuando me siento, veo que hay un panel al lado con unos botones. Me da por probar... ¡y noto un chorro de agua en mi culete! Las instrucciones estaban en japo, pero también en inglés. Pero claro... ante tal sorpresa estaba yo desconcertado. Probando botones, veo que se ajusta la presión, temperatura, aire caliente para secarte... ¡simplemente impresionante! Hasta había un botón de emergencia que me sentí tentado a pulsar cuando no sabía el funcionamiento de los botones. Finalmente tuve el dominio del baño, y salí del aseo impresionado. Aún no había salido del aeropuerto, y ya me habían dejado alucinado con este detalle.

Siguiendo las claras instrucciones de Sarah, cogí uno de los trenes JR hasta Nippori. Llegué un poco antes que ella, con lo cual me dediqué a observar la apariencia de la gente. Vistén todos a la moda, sea del tipo que sea. Tambien las niñas con rollo colegiala. Mucho hombre de negocios. Interesante, y completamente distinto a Pekín. Finalmente Sarah apareció. Después de tener algunos problemas con el vendedor de billetes para hacerme entender explicándole que quería el billete más barato posible, finalmente lo logré.

Fue estupendo el reencuentro, y ante tal ocasión... fuimos a la primera cervecería disponible. Pasamos un buen rato actualizándonos de nuestras respectivas vidas.

Después fuimos a Shinjuku, la que se supone estación con mayor tránsito de gente del mundo (tres millones y medio de pasajeros al día). En realidad, al ir acompañado de Sarah ni me fijé en su posiblemente desmesurado tamaño. Una vez allí, subimos a un rascacielos, tal vez el Tokyo Metropolitan Goverment Building, para disfrutar de vistas de la ciudad. Por desgracia, el cielo no estaba todo lo claro que debería para poder disfrutar de las vistas al máximo.

Después fuimos a cenar a una izakaya (lo que viene siendo una tasca japonesa). Me encantó el ambiente que había, y la comida también riquísima. Alli cenamos en compañia de un montón de amigos de Sarah en Japón, con sus novias japonesas, muy agradables ellas, y con un perfecto inglés, porque habían vivido fuera.

Fueron ellas las primeras mujeres que alabaron mis orejas. Sorprendido quedé yo, que siempre pense que mis orejas estilo dumbo gozaban de poco atractivo. Parece ser que el tamaño de la oreja indica tu nivel de riqueza, así que yo soy multimillonario.

Después de la cena, y tras unos chupitos de sake y otro brevaje, estuvieron a punto de liarme para una karaokada, pero al final la cosa no cuajó, porque yo estaba un poco cansado, y Sarah tenía que trabajar al día siguiente.

Observación:
Veo que en la página del metro de ticket vienen algunas ofertas que pudieron haber reducido mis gastos en transporte.... lo digo por si alguién se aventura a ir, que planifique el viaje antes, y no haga como yo el canelo.

Japón: Día -1

El día previo a mi visita a Japón, fuimos a comer unos pinchos a una tasca china al lado de casa. Al calor de las cervezas baratas, y despues de comprar una botellita de Baijiu, la cosa se complicó.

Darío nos invitó a una fiestecita en el jardín de su casa, y de allí fuimos al China doll. Cuando me dí cuenta, ya lo estaba dando todo. Tuve un momento de lucidez, y decidí retirarme a casa, pasando por el Den a comer una pizza. Desafortunadamente, llegúe a casa a las 4 de la mañana, hasta las 7 no tenía que arrancar al aeropuerto, y decidí dormir un par de horas.

Craso error. Desperté a las 7:30, y el vuelo salía a las 09:00. Cogi pasaporte y billete de avión, pasando de la maleta para ahorrar tiempo. Llegue al aeropuerto .... pero fuí a la terminal incorrecta. Cuando llegué a la correcta, aún estaba en el panel indicado ultima llamada... pero ya no me dejaron embarcar :(

En mis 25 años de existencia nunca había perdido un vuelo por mi culpa. Siempre hay una primera vez, supongo. Afortunadamente, en Asia cuando pierdes un vuelo te suelen recolocar en el siguiente sin coste extra (no como la mierda de compañías europeas, que no se responsabilizan por nada). La mala noticia, es que Northwest Airlines sólo tiene un vuelo al día... asi que hubo que esperar hasta el mismo vuelo del día siguiente.

El resto del día lo aproveché para dormir, y ya al final de la noche ir de cena a un Japo para ir entrando en ambiente. Fuimos al Haiku en el Block 8 de Chaoyang Park. Realmente exquisito, los rollos tenían todos un sabor delicioso, rodeado de un local muy fashion. Eso sí, el precio es caro, 300 yuanes por persona. Y a mí ese rollo de tener música un tanto alta de fondo no me convence...

Acabada la cena, la gente marchaba a tomar una copa al the sand (creo recordar se llama así). Yo lancé una bomba de humo y me esfumé. Llegué a casa y como ese día lo había pasado prácticamente al completo durmiendo, me pusé a actualizar el blog después de 9 meses. Despues de dormir unas horas, ¡arranqué para Japón!

¡¡Japón!! ¡¡Qué gran país!!

He retornado recientemente de ese viaje de una semana que me he pagado en Japón visitando a mi excompañera de piso americana en la República Checa, la inigualable Sarah.

Ha sido fantástico. Que país tan organizado, eficiente, dónde todo está donde tiene que estar (menos tal vez las papeleras... ¿como hacen los japoneses para no tirar las cosas al suelo?) y la gente se respeta.

Os cuento ahora día por día mi aventura, si no olvido nada.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Última encuesta y la nueva

En relación al anterior post, os dejo votar que creéis que debo hacer el año que viene. Podéis elegir opciones múltiples, y así escoger si debo trabajar o estudiar, y en dónde hacerlo.

En la anterior encuesta, la mitad de la gente me decía que viviese solo, y la otra mitad compartiendo con extranjeros.

Al final me decanté por la primera. No ha sido mala opción, porque he tenido muchas visitas, y las he podido acoger bien sin tener que incordiar a un posible compañero. El piso me queda a 15 minutos a pie de la oficina, en una zona de bastantes restaurantes, y a también 15 minutos de Sanlitun, una de las zonas de marcha.

Pero me da pena que éste ha sido un motivo mas de mi falta de integración con los chinos. Vivir en una zona de expatriados, con los compañeros al lado, resta posibilidades de conocer realmente a la gente de aquí.

Supongo que no se puede tener todo...

¿Y para el año?

Pues... está todo en el aire. Las opciones de dedicación se resumen en o estudiar y acabar la carrera por la UNED, o trabajar.

En caso de lo segundo, la localización varía. A fecha de hoy, opciones mas probables son Miami, Montpellier, volver a casa, y con bastantes menos posibilidades, Pekín un segundo año.

Poniendo todo en la balanza, y en base a como se concreten estas posibilidades, veremos en donde acabo el año que viene...

¿Y futuros viajes?

Ahora que ya he actualizado con lo que he hecho en los últimos meses, os cuento que planeo en estos últimos cartuchos que quedan hasta el fin de beca
  • Japón (el vuelo me sale en unas horas!)
  • Qingdao (en especial quiero ver el festival de la cerveza)
  • Harbin (quiero ir al festival de hielo que hay en invierno)
  • Inner Mongolia (ya que Mongolia no la voy a ver, al menos esto sera lo mas parecido)
  • Taishan (una montaña que hay por aquí cerca)
  • Corea (me gustaría hacer una visita rápida a mi compañero becario, aunque dicen que no merece mucho la pena turísticamente)
Esto es lo que me planteo para ahora. Espero os actualice poco a poco.

Viajes por China

Visto lo anterior, os preguntareis: : ¿Y por China? ¿No has viajado nada mas que a Cantón y Hong Kong?

Pues no, algo mas he visto, aunque tampoco mucho. Lo resumo en las siguientes ciudades, y si un día vuelvo a sentirme motivado, cuento más detalles. Mientras, os dejo con los links a la wikipedia

Camboya

Estuve tres días en Siem Reap. Allí pude disfrutar de los templos que se encuentran. Realmente, una maravilla de la humanidad, y algo que todo el mundo debiera ver.

Eso si, lo de que el amanecer y el atardecer es excepcional... pues no se yo que decir. Yo creo que donde hay mar... que se quite el resto.

Para moverme por la zona fui con un guia los tres días. Un buen tipo, un poco plasta a veces, un poco gay, pero siempre educado y servicial. De paquete en la moto me llevo por los templos Angkor Wat.

De día hice turismo por mi cuenta, y de noche quedaba para cenar, tomar unas cervezas y darme unos masajes con Clara, una chica muy agradable que trabajaba en Pekín.

Camboya fue como digo muy interesante, pero con un lado negativo. es hasta la fecha el lugar donde he visto mas pobreza. Tantos anos bajo el dominio de Pol Pot y los jemeres rojos han dejado al país en una situación poco deseable.

Creo que podría contar mas cosas, pero prefiero dejar cosas en el tintero, que no contar nada en estos últimos 9 meses. Así que si quedan mas cosas, o serán para otro post, o para comentar un día de cervezas, cuando me da por contar batallas como un abuelito.

Malasia

Una nueva quedada de informáticos me llevo a esas tierras. Yo llegue desde lejos, pero destacable también Juanjo desde Australia y Leti... desde Bulgaria!

Fue una visita interesante, porque se trataba de mi primera vez en un país islámico.

Allí estuve acogido por el gran Kuala (una vez mas, gracias mil. Genial anfitrión). Un primer día estuve solo con él, y dimos una vuelta por el centro, y de noche nos tomamos una copichuela (no más, porque estaba destrozado). Después fui a Camboya (os lo cuento en el siguiente post), y finalmente retorné a Kuala Lumpur, para ya desde allí con el resto de informáticos ir a la isla de Tioman. Fuimos en furgoneta en un viaje que se complicó con la avería del vehículo. Llegamos al final de la tierra firme, y cogimos un ferry hasta la isla. Fue interesante porque pudimos disfrutar del viaje, y relajarnos en el ferry con el mar. Pero creo que no fue buena idea del todo ir a Tioman, porque perdimos practicamente un día para ir y otro para volver.

En cuanto a la isla, era paradisíaca, y menos turística que Boracay (y nada que comparar con Phuket). Allí fue basicamente fiesta (aunque organizada en la playa, porque no había mucha más opción) y relax.

En resumen, un viaje interesante, que ahora paso a completar con la parte de Camboya.

Viaje en familia. (Filipinas)

Llegamos a Manila, y tuvimos que esperar 5 horas mas por el vuelo que nos llevaría al paraíso, Boracay. Llegamos terriblemente cansados, y fue todo un poco catastrófico, porque yo pensé que la cosa estaría un poco mejor preparada para "guiris".

No había cajero, así que el cambio que nos dieron era muy malo. Una vez en el aeropuerto hay que coger un tuk tuk hasta el muelle, allí un frágil barco que lleva hasta la isla, y desde allí otro tuk tuk que te lleve al hotel. Tenia en mente ir al Niga Niga resort, pero no había hecho reserva al final. Llegar allí y ponerse a negociar... todo un poco estresante. Y eso, con comentarios de mi madrina del estilo de:
"Vinimos aquí castigados?".
"Dos pero no tres. A mi no me vuelves a engañar (en alusión a una vez que la lleve al faro de A Candieira en Cedeira, en el que dijo que lo paso horrible bajando por esa carretera)

Pero una vez allí, todo fue estupendo. Buenas comidas, paseos por la playa, masajes, vuelta a la isla en barca...

Nos llevaron a un sitio donde había unas cuevas fantásticas. Eso si, allí lo pase fatal, porque mi madrina dijo que se quedaría esperando, y cuando volvimos no estaba. Como había bastante viento y el mar estaba picado, y la mujer no aparecía por ningún lado, pensamos que se había caído al mar. Ella, tan pancha, se estaba fumando un piti en el rincón mas escondido de toda la isla. Que mujer...

También digno de recordar lo que disfrutaron tanto mi madrina como mi novia las happy hours. A las 5 de la tarde estabamos puntuales en la barra del bar para disfrutar de las vistas al mar con unos deliciosos cócteles. No es que yo no bebiese, pero creo que ellas le sacaron mayor rendimiento. Hasta hubo un día en el que a mi madrina le costaba subir las escaleras del bungalow...

Poco mas que se me venga ahora a la mente sobre Boracay.

Desde allí retornamos a Manila, donde nos acogió Pura en su casa, y ella se fue a otra al lado. Ya se lo dije en su momento, pero mejor lo repito ahora. Muchas gracias por la hospitalidad.

Por Manila paseamos por intramuros, con ruta en carroza. Dimos un paseo por la bahía. Cenamos en un restaurante español. Salimos de fiesta. Y creo que eso es básicamente todo. Tengo la sensación de que Filipinas cuenta con un montón de sitios preciosos, pero desde luego Manila me decepcionó. Tuvo que ser un lugar precioso con edificios coloniales españoles interesantes... hasta que Japoneses y Americanos no encontraron mejor campo de batalla que esa ciudad. Una pena.

Y ya de ahí, vuelta a Pekín, donde al llegar ya había mejorado bastante la temperatura.

Viaje en familia. (Cantón, Hong Kong y Macao)

En Enero, vinieron mi novia y mi madrina a verme. Como en Pekín hacia un frió de mucho cuidado, planee llevármelas hacia el Sur, con tan mala suerte, que fue justo cuando allí vino una ola de frió terrible, que salió en todos los telediarios de España. No es que la temperatura fuese más baja que en Pekín, pero simplemente el gran Mao decidió que de Shangai para abajo no hacía falta calefacción, y entonces daba igual donde te metieses que siempre hacia frío. En el hotel nos hicieron falta unas buenas mantas, y aun así la cosa estaba que apretaba. Eso en una zona que en principio es de clima subtropical.

Pues eso, estuvimos un día y medio en Cantón. Tres cosas vienen a mi memoria de esa ciudad. El río de las perlas, la isla de Shamian, y la comida que nos pegamos en este restaurante francés
  • La Seine (塞纳河法国餐厅), 33 Qingbo Lu (G/F, Zinghai Concert Hall), +86 20 8735-2222
Era un buffet de 160 Y. La comida estaba toda deliciosa. Pero el culmen de la exquisitez eran los postres. Había una variedad enorme, en especial de chocolate, y todos ellos era una delicia para el paladar. Sitio 100% recomendable.

En cambio no puedo decir que saborease la comida cantonesa, porque a mi madrina se le metió en la cabeza que toda la comida china pica, así que intentamos evitar chinos todo lo posible.

Desde allí cogimos un tren de dos horas a Hong Kong. Esa ciudad me encanto. Mezcla lo oriental con lo occidental, y los grandes rascacielos con islas tranquilas donde pasear y disfrutar de playa. Se puede aprender Chino, y eso ayuda para el día a día, pero se puede vivir también solo con el inglés. Y hay transporte publico, ya sean buses, tranvías, metro, ferry o teleférico.

¿Qué hicimos por allí? Pues que yo recuerde, ver el Buda enorme que hay en la isla de Lantau, disfrutar del Star Ferry, con el espectáculo de luces que hay de noche. Pasear por Kowloon y ver el mercado de Temple Street. Intentar bajar las escaleras mecánicas mas grandes del mundo, el central escalator, para descubrir después que solo es posible subirlas (detalle que se les olvido comentar en la guia). Ascender al pico Victoria, y cenar allí en un restaurante con toda la iconografía de la película Forrest Gump, con unas vistas impresionantes. Y poco más que yo recuerde ahora.

Y desde allí fuimos a Macao en ferry.

En Macao disfrutamos de pasear por calles que recordaban a Europa, la fortaleza, las ruinas de San Pablo, comer comida portuguesa, que es casi tanto como comer comida gallega, e ir al casino Lisboa y ganar dinero (solo 30 eurillos, pero algo es algo).

Y ya desde allí, vuelo a Manila.

Tailandia

Llegue a Tailandia junto con los becarios de Vietnam, y fuimos directamente a quemar la noche. Estuvo bien, pero no me acabo de convencer al ambientillo que había. Por si lo preguntais, no, no ningun espectáculo de ping pong o de dardos... tal vez para el próximo viaje (y si no sabéis de que va el tema, ya me preguntareis al calor de una cerveza).

Al día siguiente fui en vuelo a la isla de Phuket. Fue genial estar con todos los becarios de informática asiáticos de la zona, y la playa también era bonita. Ahora... eso era un mini Benidorm, saturado, y con unos índices de prostitución que para qué contar. Creo que tiene que haber tropecientos sitios mas bonitos e interesantes en Tailandia que ese, así que no os lo recomiendo. Pero al estar alli con toda la gente de fiestón, pues estuvo bien.

A la vuelta paré un día en Bangkok. Hice turismo intensivo, todo el día viendo cosas, y la verdad es que la ciudad es molona para ver montones de atracciones.

Y ya de vuelta a Pekín...

Vietnam

Como sabéis por el último post, he ido a Vietnam. He recorrido el país de Norte a Sur en el expreso de la reunificación, haciendo 3 paradas. Primera en Hanoi, segunda en Dong Hoi, y tercera en Ho Chi Minh, también conocido como Saigon.

Sobre Vietnam me gustaron sobre todo dos cosas. Sus gentes, abiertas, amables, dicharacheras. Si... como en todas partes, hay gente que sólo te ve como un dolar con patas, pero en general la experiencia fue muy buena. Recuerdo con especial cariño un matrimonio con un hijo pequeño. Se les veía gente humilde, pero tuvieron a bien compartir su comida y bebida conmigo. No fui yo menos, y les invité de vuelta a la cena. Cuando se bajaron del tren, fue un momento emotivo, y nos despedimos efusivamente. ¡Y eso que solo habíamos compartido unas 20 horas juntos!

Y los paisajes inmensos. Recorrer el país en el tren fue una experiencia donde pude disfrutar de jungla, palmeras, arrozales, y costa. No podría hablar de lugares concretos, pero todo en general era genial.

Hanoi me pareció una ciudad interesante, como mas cultural.

Ho Chi Minh, increíblemente viva. Es necesario estar allí para realmente comprender la cantidad de motos que hay. Se portaron excelentemente bien los becarios de por allí, Carlos y Pedro J, y me acogieron en su piso sin conocerme de antes. Si leéis esto, pues muchas gracias de todo corazón. Con Alberto coincidí poco, porque estuvo en Singapur asaltando puentes y perdió un vuelo, pero lo poco que estuve con el también fue estupendo, incluyendo un mini tour en moto excepcional.

Y a Dong hoi, fui porque era una escala que me quedaba bien en el camino, y porque había leído este blog. Realmente los comentarios de esa pareja fueron de mucha ayuda, y practicamente les imité. Fue genial sentir la libertad de conducir una moto en un país tan alejado, por sus zonas rurales, sin tener ni idea del idioma ni del camino. Me sentía un autentico explorador. Curiosamente, no fue tan difícil encontrar las cuevas. Estas, eran enormes, y avanzando por ellas uno se sentía como Julio Verne describía en "Viaje al centro de la tierra".

A grandes rasgos, eso fue Vietnam. Desde allí cogí un vuelo a Tailandia.

Un embarazo mas tarde...

Sí, 9 meses mas tarde, vuelvo a actualizar el blog. Disculpad los acentos y falta de eñe, pero estoy en teclado americano, y opto por lo sencillo.

A la pregunta de por qué vuelvo a actualizar el blog... pues en primer lugar, porque la gente me vacila con el hecho de que aun a estas alturas esté felicitando el año nuevo. Por otro lado, parece que me estaba volviendo a apetecer contar mis andanzas. Y así también me vale para teneros al día de mis vivencias, ya que ultimamente estoy vago para mantenerme en contacto vía email.

Y sobre por qué no actualice en estos meses, pues también tengo unos cuantos motivos. En cabeza de todos ellos, uno de mis defectos, la pereza. Unas veces justificada por la falta de tiempo para hacer cosas, y otras veces injustificada. Otro motivo es porque el Gran Hermano chino tenia bloqueado el acceso a blogspot. Podía conectarme a través de un proxy, pero era mas lento y coñazo. Y también juega una baza importante el hecho de que dos de las cosas que mas me gustaría comentar seria sobre las becas Icex, en concreto el trabajo en la oficina, y las políticas del gobierno chino. Para bien o para mal, creo que es mas sensato abstenerme de comentarios.

Así que os haré un breve resumen de los viajes que he hecho este ano. A ver si me animo y post a post os cuento que he visto este año.

Actualizado: Corregido (o intentado al menos la falta de eñes y acentos)