Finalmente, se le esconderá bajo una lona en una nave de la armada. Ocho años han tardado en encontrarle asiento. Que se le va a hacer, tanto tiempo para un viaje tan corto.
Pero lo que a pocos les cabría imaginar es que los mismos años (y seguimos sumando) les llevaría remodelar la plaza en la que se ubicaba.
¡Si se ha tardado menos en realizar el rascacielos más grande del mundo!
Cabría esperar una mejoría, y así quedar satisfechos. Que cada cual juzgue por las fotos la evolución de la plaza:
Antes del caballo
Esta última, es como se espera sea una vez acaben las obras.
No publico una foto de cómo se encuentra la plaza ahora después de tantos años, porque sentiría vergüenza ajena. Increíble que nadie vaya a acabar en la cárcel por tal descalabro urbanístico. Esto sólo puede pasar en España. y concretamente en nuestra ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario