miércoles, 9 de septiembre de 2009

Artículo de La Voz de Galicia

Este artículo del presidente y editor de La Voz de Galicia, titulado la voz de la calle, me ha parecido destacado.

Puntos en los que estoy totalmente de acuerdo, con algún añadido mío:
  • La ciudadanía lamenta verse arrastrada por una espiral (la crísis) en cuya génesis nada tuvio que ver, sin recursos ni medios para hacerle frente, mientras que los auténticos causantes de la debacle son auxiliados con salvamentos vergonzantes.
  • Se invocan ahora trabas medioambientales para expulsar a empresas que dan trabajo cuando en los días del espejismo inmobiliario se consintieron todo tipo de aberraciones paisajísticas.
  • Hay enormes gastos superfluos de la Administración, agudizados en España por la escasa responsabilidad contable de 17 administraciones autonómicas.
  • Los ayuntamientos, que se declaran al borde de la quiebra, dilapidan su dinero en festejos de verano.
  • La Administración mantiene sus flotas de chóferes, desfile de tarjetas, dietas y comidas oficiales para los altos cargos en estos días tan duros para llegar a fin de mes para la mayoría del pueblo.
  • Se dilapida el dinero público en cambios semánticos, en vez de en los verdaderos problemas.
  • Se están sufriendo retrasos intolerables para pruebas clínicas y quirúrgicas.
  • Se nota la falta de fondos para buscar la excelencia en la educación, y con los que hay, nos enredamos en cuestiones nominales y debates idiomáticos.
  • Se persevera en la construcción de obras faraónicas y sin utilidad.
  • Lo que se dice en la oposición se olvida rápido al llegar al poder. El segundo partido continúa sin aportar sus soluciones alternativas ante los problemas que nos atenazan y ni siquiera clarifica ante los ciudadanos cuál será su política de alianzas si recupera el poder.
  • Radical incapacidad de los partidos para ponerse de acuerdo en asuntos elementales para el bienestar de todos. La zancadilla cortoplacista prima sobre los grandes consensos en favor del bien general, donde los intereses partidistas o personales se anteponen a los de Galicia o España.
  • Políticos que intentaron ejercer una presidencia paralela, y a los que los gallegos retiraron de la vida pública en las últimas elecciones mediante su voto libre, disfrutan del boato de coches, despachos y secretarias, y maniobran para volver pese a ser reiteradamente rechazados por los votantes.
  • El celo con que Hacienda controla a los contribuyentes de rentas bajas y medias se convierte en laxitud y tolerancia cuando se trata de clubes de fútbol.
  • Personas que ocupan cargos públicos, que deben ser ejemplo de respeto a la ley, llamen a la insumisión contra las normas que nos hemos dado todos.
  • El Gobierno de España toma medidas ineficientes y caprichosas, que serán una pesadísima carga para muchos años, sin que se sepa dónde está el primer partido de la oposición.
  • Se presenta como un éxito que el AVE gallego incumpla finalmente todos los plazos y llegue, si es así, 23 años más tarde que el de Sevilla.
  • Se espera para acometer la reforma de instituciones obsoletas, como el Senado, las diputaciones o las cámaras de comercio (por falta de arrojo, o una simple cuestión de "no irritar", y siempre contar con unos puestos fijos en donde colocar a amigos).
  • La Xunta (y el resto de administraciones) siguem sin ser transparentes en lo que se refiere a sus gastos (e inoperante en lo que se refiere a ventanilla única y administración electrónica).
  • El poder partidista prentende dirigir dos entidades (las cajas) que no son suyas, sino de todos sus impositores.
  • El dinero solapa a la ética.
El autor concluye con un cierto optimismo, diciendo que el no tirará la toalla. Espera que reaparezca la sociedad civil, y se fragüe una acción concertada que sume los esfuerzos de todos, sea cuál sea su color, en favor del proyecto de Galicia.

Yo creo que eso pasará, cuando parte de la sociedad civil, se meta a política, y desbanque a muchos de los incompetentes calientasillas que tenemos por dirigentes y gobernantes de nuestro país. Y los que me conocen bien saben que cómo sigan así las cosas, yo el primero que fundo un partido. Poca gente puede haber que no esté de acuerdo con los puntos comentados, y que no crea que se pueden llevar a cabo mejoras con nuevas ideas y un poco de ilusión. Tiembla Ferrol... que veo el germen de un nuevo partido político, y una nueva forma de hacer las cosas.

2 comentarios:

Zero dijo...

aprobecha mientras no tire palante lo mío peke, tienes todo mi apoyo para lo del partido político, y el de alex XDDD

Peque dijo...

Estoy seguro que ganaremos las elecciones.

Un abrazo,

Peque