Los japoneses están locos por ver el florecer de los cerezos, y en eso básicamente consiste un hanami. Pero que mejor manera de combinarlo que con un par de vasitos de sake.
En nuestro caso, también hubo buen vino tinto, y unas deliciosas tortillas españolas, además de otras exquisiteces que trajeron los alumnos. Podéis verlo en nuestro blog del Instituto.
Decir que este evento, cómo todos, se lleva a cabo con la precisión japonesa, ésto es, tienen actualizacion en internet y por televisión de hasta que porcentaje están los arboles en flor, y hasta cuando se espera dure según la predicción del tiempo.
Para disfrutarlo, la lista de lugares es innumarable, pero en una página muy recomedable, japanguide, viene una buena lista.
2 comentarios:
¿Y no les preparaste tu famosa queimada??
Esa fue en mi fiesta de bienvenida y no veas como triunfó.
Al usar en ella los dos litros que traía, me he quedado con el tanque vacío.
A ver si las visitas se animan a traerme algo de material...
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