Me doy de baja de facebook

Siempre me pareció una herramienta mala cargada de SPAM. Que sí... que se puede configurar cuantas notificaciones recibir en tu email, pero por todos lados hay trampas incitándote a molestar al resto de la gente con más aplicaciones absurdas, o a saturar tu propia cuenta de correo.

Sólo había dos cosas que me gustaban, y era la posibilidad de encontrar amigos con los que hace tiempo que no sigo en contacto, y la posibilidad de ver las fotos que los demás comparten contigo mediante tags o marcas.

De lo primero... pues casi que me he saturado. No quiero recibir más ovejitas, ni invitaciones a grupos ridículos, ni mil "caralladas" más. La gente con la que no tienes gran contacto, no escriben, y punto. Y sí lo hacen, a lo mejor soy yo el que no tengo tiempo para responder, generándome tensiones. Ya empiezo a ir viejo, y prefiero menos amigos, y de más calidad los que conservo.

Y las fotos... pues dónde antes me parecía una baja preocupación por la privacidad, ahora ya me parece la caja de pandora teniendo en cuenta las reglas éticas de la profesión periodística en España.

Ya no es que al día siguiente todo el mundo sepa lo que has hecho en la fiesta de la noche anterior (¿por qué cuando añades a alguién como amigo se le da potestad para automaticamente subir fotos y hacer constar de cara al público que están ahí y quién eres tú?) ,o que a lo mejor no te ofrezcan un trabajo por tales fotos o comentarios añadidos. Es que puede perfectamente ocurrir que me asesinen, y se monté en España un tinglado en Salsa Rosa y demás familia para despedazarme vivo sin posible defensa (porque los muertos nunca hablan), usando la propia red para documentarse e inducir a la gente a aumentar el circo mediático.

Que no me sale a mí de las narices que tenga acceso a esa información todo quisqui, que no me toman el pelo. Y dicho y hecho, procedo a cerrar mi cuenta. Si alguien quiere contactarme, puede hacerlo viendo mi perfil de este blog, y contestaré en la medida que me sea posible.