miércoles, 8 de agosto de 2007

Mi parecido con... el Phascolarctos cinereus

Comúnmente denominado Koala. Alguien terriblemente especial en este momento me dijo que tenía un gran parecido con este mamífero marsupial que habita en los árboles de Australia, por mi manera industriosa de dormir.


Buscando información en la wikipedia, llegué a la conclusión de que tengo mucho más parecido que ese:

-Cada mano tiene cinco dedos, dos de ellos opuestos a los otros tres, los cuales, a semejanza del pulgar humano, pueden moverse en oposición a los otros dedos. Esto le permite aferrarse a los árboles con más facilidad. Yo también tengo gran facilidad para escalar árboles, y cuando era pequeño, era mi afición favorita en el Porto.

- Sus rasgos distintivos son una oscura nariz sobresaliente y unas grandes orejas, de lo que se deduce que el olfato y el oído juegan papeles importantes en su vida. El koala tiene una cabeza grande en proporción con su cuerpo, y su masa cerebral es relativamente pequeña. ¡¡No me digáis que no soy clavadito en todos estos aspectos!!

- Su vista es, sin embargo, más bien mediocre. Yo era miope perdido

- Las poblaciones de koalas solo pueden extenderse si se encuentran en el hábitat adecuado. Este incluiría los árboles preferidos por los koalas (principalmente eucaliptos, pero también otros) que deben crecer asociados en cierto modo sobre un suelo adecuado, además de suficientes precipitaciones. Además, debe haber otros koalas viviendo en las proximidades. Como yo, que no me gusta vivir sólo, me gusta Galicia porque llueve, y necesito un hábitat adecuado para ser feliz.

- Los koalas viven en los árboles y realizan la mayoría de sus actividades de noche. Cierto es que la noche a mi también me confunde.

- No se encuentran cómodos en el suelo, donde caminan a gatas. Las noches de juerga suelen producir igual efecto en mí, haciendo que me entren ganas de subir a las mesas, y de volver a casa a cuatro patas.

- Para ahorrar energía, duermen 20 horas al día, más que los perezosos, que duermen unas 18 horas diarias. Ayyy! Si yo pudiera igualarlos... pero me suelo conformar con 14 horas diarias.

- Sus depredadores naturales son los dingos, las lechuzas, las águilas, los varanos, los buitres y las serpientes pitón. Desde luego a mi los buitres también sabéis que me ponen de mala ostia. Odio a la peña que va gorroneando.

- Las épocas de sequía y, sobre todo, los incendios también pueden resultar peligrosos para ellos. Sí... cuando no hay dinero para copas, y empieza la sequía, empiezo a sentirme terriblemente...

- Son muy exigentes a la hora de elegir sus alimentos. Igualmente que ellos disfruto con el buen comer

- La población de los koalas posee un sistema de comunicación y organización complejo, que le garantiza la cohesión social. A pesar de que son solitarios (excepto en la fase de apareamiento), se organizan en poblaciones estables bajo una jerarquía social, en la que se establecen diferentes territorios y, dependiendo de la posición que ocupen, se comportan de una u otra manera. Si el orden se desestabiliza, influye en el grupo. Algo así, a grandes rasgos, viene siendo mi vida...

- Los machos prefieren territorios donde se unan con uno o varios territorios de hembras. No son nada tontitos ellos... y yo en cambio elijo la facultad de Informática, con un número de hembras muy escaso.

- Dentro de un territorio, hay árboles a los que no pueden acceder algunos koalas. Gracias a este comportamiento la población se equilibra. Esto también explica por qué los koalas jóvenes deben abandonar a sus madres. En el caso de que permanecieran junto a sus madres, competirían contra ellas o contra otros animales para obtener alimentos. Los koalas jóvenes deben establecerse en las zonas periféricas de una comunidad. Eso también me pasa a mi. Tengo que viajar a otras zonas a establecerme...

- No está claro si son los machos los que van en busca de las hembras o si ocurre al contrario. Esto aún lo discutí también hace poco... y no está claro cual es mi comportamiento al 100%

- Los machos dominantes se aparean con todas las hembras que tengan a su alcance y defienden su posición como sea posible, aunque los otros machos también buscan su oportunidad. Y parecían animales inocentes...

- Sus orejas suaves y su gran nariz le confieren, junto con su carácter amigable, un gran parecido con los ositos de peluche. Como yo... que soy un inocente osito


En resumen, visto lo visto, parece que los koalas y yo gozamos de una gran semejanza. ¿A que animal creéis que os parecéis vosotros y por qué?

1 comentario:

martuky dijo...

Pero que morro tienes!!

Besines desde los madriles!!!