martes, 23 de septiembre de 2008

Japón: Día 2

Ya que el día anterior no pude ver los museos por la hora, decidí volver a Ueno. Con tan mala fortuna que los museos que quería ver, en especial el de Tokyo, estaba cerrado. Así que fuí al de naturaleza y ciencia. La cosa empezó muy bien, con una visita en la planta baja al THEATER 360, una especie de planetario o simulador de realidad. Cambia mes a mes el tema, y a mí me tocó los dinosaurios. Una pena que todas las explicaciones estuviesen en japo. Pero aún así mereció la pena.

Sobre el resto del museo, una parte muy positiva, y otra negativa. La buena, que se notaba que era un museo de calidad, interesante, muy distinto de algunos museos chinos que dejan mucho que desear. También contaba con una parte interactiva, similar a la casa del hombre de Coruña, muy entretenida.

La parte negativa, es que en la entrada todo en inglés, y una vez que pasabamos al museo... ¡prácticamente todo en japo! Creo que hoy en día cualquier museo que se precie ha de tener las cosas en inglés. Visto eso, me entraron ganas de ir a recepción y decir lo mismo que Margaret Tatcher:"I want my money back"

Una vez bien visto el museo, y saltandome la exposición temporal que había sobre el oro (era de pago, y recuerdo haber visto una similar en Lugo), cogí el metro y fuí a Asakusa. Nada más salir desde un puente ves desde un puente la fábrica o museo de cerveza asahi. Avanzando en dirección contraria hay hay una zona comercial, como unas galerias cubiertas con mercado debajo, que me pareció muy bonito. Caracoleando entre ellas se encuentra también el santuario de Asakusajinja. Retorné al punto inicial del puente, y desde allí cogí un barco que me llevó hasta el muelle de Hinode. En el camino cruzas muchos puentes, y puedes ver una réplica, creo que incluso más alta, de la torre Eiffel.

En el muelle tras dubitar un tanto, porque Sarah me dió unas indicaciones un tanto confusas de como coger el monorail, lo cogí hasta Simbashi. Allí me bajé, y subí a tomarme un cocktail en un rascacielos. Eso de que Tokyo es caro... es parcialmente un mito. Un copazo allí arriba, me costó menos de 4 euros, con unas vistas preciosas a toda la ciudad desde un sofá comodísimo.

Después de una hora de relax contemplativa, quedé con Sarah, y fuimos a cenar a Shibuya. Este es el famoso cruce de cinco calles que se puede ver en Lost in Translation, y creo que en Blade Runner. Realmente impresionante. Fuimos a cenar a un sitio interesante, donde tenias como una plancha en frente de tí, te tiran la comida allí, y cuando está lista, pues te vas sirviendo. Despues echamos unas partidas al street fighter y algún otro videojuego, y de vuelta a casa.

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